Nos reunimos, 3 generaciones, mezclas de vida humana y animal, el sonido de las ranas, y algún que otro corzo, se dejaron notar, como cada noche, con un cielo despejado, muy despejado, poco habitual para la zona.
Nuestro Planeta transita una extrema energía de
transformación y renovación en este año 2020.
Así también todos nosotros, los seres sintientes de la Tierra,
estamos cambiando la mirada sobre nuestra propia existencia.
Somos parte de un gran cambio de paradigma, y el desafío es crear un puente entre la sabiduría antigua y la Nueva Era en que vivimos, recuperando el sentido trascendente de la existencia para armonizar la cultura que conformamos. En este sentido, ahora es tiempo de iluminar los saberes antiguos, la cultura indígena y sus rituales, para experimentar las leyes del Cosmos y la Naturaleza desde la vivencia de unidad con Gaia.
GRACIAS UNA VEZ MÁS POR LAS ENSEÑANZAS Y GRANDEZAS.
Por todo lo que el fuego quema y deja en sus cenizas, alimento y sustento para el resto de vida. Que salgamos reforzadxs, que todo pueda ser visto y sentido CON FIN, un fin de una etapa destructiva, sin luz o brillos, para dar INICIO a una luminosa, donde sabiduría y amor, agradecimiento y paz, caminen unidas, dejándonos su rastro de belleza en la que caminar y sentir la vida que fluye por nos, por la tierra y cada bichito que en ella habita.
Donde todxs jugamos un papel fundamental, ahí, es donde se siente la UNIDAD.
GRACIAS UNA VEZ MÁS POR LA LUZ SOLAR Y
TODO LO QUE ES CAPAZ DE ILUMINAR.
